Escrito en MUNDO el
¡Sin miedo! El líder ruso, Vladímir Putin, llegó este lunes por la noche a Mongolia para una visita oficial, a pesar de que cuenta con una orden de arresto en su contra.
Y es que la Corte Penal Internacional (CPI) acusa al mandatario por ser presunto responsable de los crímenes de guerra en Ucrania, por lo que la CPI pidió oficialmente a Mongolia que coopere con ese tribunal y detenga al presidente ruso.
«Los Estados Partes del Estatuto de Roma de la CPI tienen la obligación de cooperar de conformidad con el Capítulo IX del Estatuto de Roma, mientras que los Estados no Partes pueden decidir cooperar de manera voluntaria», subrayó el organismo.
Esta es la primera visita de Putin a un Estado miembro de la Corte desde que este organismo emitiera el año pasado una orden de detención contra el mandatario ruso.
Incluso, en 2023, Putin decidió no asistir a la Cumbre del grupo de economías emergentes BRICS, que acogió a Sudáfrica por temor a ser arrestado.
¿Qué hará Putin en Mongolia?
De acuerdo con la agencia oficial mongola Montsame a su llegada al Aeropuerto Internacional Buyant-Ukhaa en la capital Ulán Bator, el mandatario fue recibido por la ministra de Exteriores de Mongolia, Batmunkh Battsetseg, y el embajador ruso, Yevsikov Alexei Nikolaevich, en medio de una fuerte presencia diplomática.
Durante su estancia, Putin mantendrá reuniones oficiales con su homólogo mongol, Ukhnaa Khurelsukh, en las que se espera la firma de varios documentos de cooperación que fortalecerán las relaciones bilaterales, cimentadas en un Tratado de Relaciones Amistosas y Asociación Estratégica Integral firmado en 2019.
Además, participará en un evento conmemorativo por el 85º aniversario de la batalla del río Khalkh, en la que tropas soviéticas y mongolas se enfrentaron a fuerzas japonesas.
Mongolia podría enfrentar las consecuencias al recibir al mandatario ruso
La Corte Penal Internacional alertó de que en caso de falta de cooperación por parte de Mongolia, sus jueces pueden informar de ello a la asamblea de los Estados Partes, los cuales adoptarían «las medidas que considere apropiadas».
A este llamado se sumó Ucrania, que expresó su esperanza de que «Mongolia entienda que Vladímir Putin es un criminal de guerra».