Uno de los riesgos que alguien con poca preparación llegue a ser juez, como sucedería de aprobarse la reforma al Poder Judicial, afectaría el funcionamiento de la administración de justicia, generaría rezago ya que no se resolverían los asuntos y se produciría incertidumbre jurídica, alertó Javier Espinoza de los Monteros.
De acuerdo con el coordinador del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Facultad de Derecho de la Universidad Anáhuac México, de llegar a ser jueces profesionales con poca preparación generaría los siguientes riesgos:
– Los bienes jurídicos son susceptibles de vulneración, se ponen en riego (la vida, la seguridad, la propiedad, la libertad, etc.)
– La imparcialidad y la objetividad se ven comprometidas, ya que puede atender a intereses que no sean jurídicos si no particulares
– La conquista evolutiva del Estado de derecho atravesaría una crisis de regresivas a formas de poderes extra jurídicos.
– No puede defender adecuadamente el orden jurídico y constitucional al desconocer el derecho puede ponerse al servicio del poder y genera desconfianza en la ciudadanía.
Importancia de una buena formación para garantizar el buen actuar de jueces y magistrados
En opinión del académico, el ejercicio de la función jurisdiccional supone un encargo que conlleva gran responsabilidad.
El juez es el garante de los bienes jurídicos más importantes de la sociedad (de la vida, de la libertad, de la propiedad, de la igualdad, de la seguridad, de la salud, etc).
«Es por ello que debe contar con una sólida preparación en el ámbito jurídico y en el ámbito de la ética, pero también debe contar con experiencia profesional, la cual se obtiene, generalmente, cuando se ha transitado por los diferentes escalafones. es decir, ser juez requiere de un ‘proceso’ de formación y de un control para la selección de los mismos, que ofrezca una garantía: de su conocimiento, de su objetividad e imparcialidad. Debe conocer los textos normativos, la jurisprudencia, la legislación nacional e internacional, así como la doctrina jurídica, por tanto, también debe tener criterio, sensibilidad jurídica para poder discernir», explicó
Además, el juez es el órgano que, con base a su conocimiento jurídico y experiencia, preserva el Estado de derecho.
Asimismo, puede hacer frente a la arbitrariedad (porque conoce y aplica el derecho), cuando el poder intente desconocer el derecho y intente imponer una voluntad arbitraria, colocada fuera del ordenamiento jurídico y en contravención del mismo.
«Este es el papel del jurista en la sociedad democrática: ser un garante del orden», destacó.
Formación del jurista
En este marco de la importancia de la formación del jurista en estos tiempos de reformas, la Universidad Anáhuac llevará a cabo el Congreso Internacional ‘La centralidad de la persona en la enseñanza del derecho’: La formación del jurista en el siglo XXI.
La enseñanza del derecho y la formación del jurista, como temáticas, condensan un complejo de problemas, una multiplicidad de reflexiones, de perspectivas de observaciones y de abordajes.
En el congreso se tratarán temas como: la formación y el papel del jurista en la sociedad democrática; la enseñanza del derecho en el Estado constitucional; la enseñanza de la jurisprudencia en la formación del jurista, entre otros y que serán impartidos por importantes especialistas nacionales y extranjeros.
El evento se llevará a cabo del 11 al 13 de septiembre en las instalaciones de la Universidad Anáhuac campus Norte, en Lomas Anáhuac, Huixquilucan, Estado de México.
Si estás interesado en la temática y quieres participar, te puedes inscribir en este enlace.
Uno de los riesgos que alguien con poca preparación llegue a ser juez, como sucedería de aprobarse la reforma al Poder Judicial, afectaría el funcionamiento de la administración de justicia, generaría rezago ya que no se resolverían los asuntos y se produciría incertidumbre jurídica, por lo que es interesante tener una visión global de lo que implica y la importancia de la enseñanza del derecho.