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En vísperas de la ceremonia inaugural del gran evento en París, la red de trenes de alta velocidad de Francia (TGV) sufrió un sabotaje coordinado que provocó un caos en las rutas más transitadas.
Este ataque se produjo en la madrugada, afectando la conectividad entre la sede y varias ciudades importantes como Lille, Burdeos y Estrasburgo. Además, se intentó un sabotaje en la línea hacia Marsella, pero fue evitado.
Paralelamente, el aeropuerto francosuizo de Basilea-Mulhouse fue evacuado brevemente debido a una alerta de bomba, generando aún más tensión en las horas previas al inicio de la justa.
El sabotaje se dio en un contexto de alta seguridad, con decenas de miles de policías y soldados desplegados en la capital francesa para garantizar la protección.
La empresa estatal de ferrocarriles SNCF informó que las cajas de señales a lo largo de las líneas afectadas fueron dañadas, impactando a cientos de miles de pasajeros.
Aunque no hubo reivindicaciones inmediatas, las autoridades sospechan de militantes de ultraizquierda o activistas ecologistas.
El ministro de Transportes, Patrice Vergriete, calificó los ataques como «actos criminales» y destacó la gravedad de la situación.
Por su parte, Valérie Pécresse, presidenta de la región de París, subrayó que estos actos buscan desestabilizar al país justo en un momento crucial.
La ceremonia de apertura, que se celebrará en el corazón de París, verá desfilar a los atletas por el río Sena frente a más de 300 mil espectadores y una audiencia global de miles de millones.
Sin embargo, estos sabotajes dificultan los desplazamientos hacia la capital desde otras partes de Francia, afectando a unos 800 mil clientes de la SNCF.
París bajo un importante operativo de seguridad
Para asegurar la ceremonia, Francia ha desplegado 45 mil policías, 10 mil soldados y 2 mil agentes de seguridad privada, con francotiradores y drones vigilando desde los tejados y el aire.
A pesar de estos esfuerzos, la seguridad en el resto del país ha sido menos prioritaria.
Finalmente, el aeropuerto de Basilea-Mulhouse reabrió al mediodía y reanudó gradualmente sus vuelos, aunque un vuelo de Air France a París fue cancelado debido a la alerta de bomba, reflejando la tensión y las medidas de seguridad extremas. / Con información de Reuters