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Hace 10 años, México estaba conmovido por la desaparición de 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa, Guerrero, abriendo uno de los capítulos más atroces en la historia reciente contra dicha comunidad. Padres, madres, amigos y otros manifestantes, realizaron una marcha en el Zócalo, el pasado 26 de septiembre, con motivo de la impunidad que aún permea el caso.
Las calles del centro de la CDMX se llenaron de consignas como la exigencia de “verdad y justicia” en el caso, que el presidente saliente, Andrés Manuel López Obrador, incumplió en resolver.
Los manifestantes también denunciaron que el caso de los 43 Ayotzinapa no ha podido ser solucionado, debido al encubrimiento del Ejército por parte de AMLO.
Al grito de ‘¡Vivos se los llevaron, vivos los queremos!’ y bajo la constate lluvia que no cedió, los familiares de los estudiantes normalistas encabezaron la manifestación con miles de asistentes, que partieron del Ángel de la Independencia hacia el Zócalo capitalino.
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Algunos manifestantes ajenos a los estudiantes, lanzaron petardos en la residencia de López Obrador -que deja el poder el 30 de septiembre- y que también amaneció rodeada de vallas, e incluso intentaron derribarlas y pasarlas sin éxito.
Entre otras expresiones de descontento, los asistentes colocaron una figura de papel de un militar y le prendieron fuego, debajo del asta de la bandera en medio de la explanada del Zócalo.
Esta mañana, López Obrador insistió en que hizo «todo» lo posible en el caso y reiteró que Sheinbaum “es una mujer muy sensible y le va a dar continuidad a la investigación”.
¿Qué pasó con los 43 de Ayotzinapa?
Una de las conclusiones más aceptadas hasta el momento es que, la noche del 26 y madrugada del 27 de septiembre de 2014, el grupo criminal Guerreros Unidos y la policía, respaldados por una corrupta red de instituciones locales, estatales y federales, secuestraron a 43 estudiantes de la normal rural Isidro Burgos, de Ayotzinapa; señala El País.