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Luego de haber sido reportada como desaparecida desde el pasado 13 de agosto, este lunes fue localizada sin vida la empleada del comedor del cuartel de Fuerza Civil en Montemorelos.
Se trata de Anay Salvador Martínez de 25 años, cuyos restos fueron encontrados durante una inspección al predio desde hace10 días en avanzado estado de descomposición.
Personal del Instituto de Criminalística y Servicios Periciales realizó las pruebas comparativas de ADN entre los familiares de la víctima y el cuerpo encontrado en una fosa clandestina localizada en la comunidad de Palo Seco en el municipio ubicado al sur de Nuevo León.
Anay trabajaba en el área de cocina del destacamento de la corporación estatal y fue vista por última vez cuando salió de su lugar de trabajo para dirigirse a su domicilio en el Barrio Zaragoza, pero nunca llegó a casa.
Según los informes proporcionados por sus familiares, la joven de 25 años dejó el cuartel en su motocicleta acompañada de una compañera de trabajo, a quien dejó en su trayecto antes de continuar hacia su hogar. Sin embargo, desde ese momento, no se ha tenido ningún contacto con ella; la motocicleta que conducía fue encontrada abandonada en la comunidad Pueblo Escobedo.
La ficha de búsqueda describía a Anay como una mujer con cabello castaño oscuro, largo y lacio, y ojos de color café oscuro. Como seña particular tenía un tatuaje de dos mariposas en la parte interna del antebrazo derecho y usaba brackets.
Al momento de encontrarla, la mujer no pudo ser identificada debido al avanzado estado de descomposición en que estaba el cuerpo, solo se distinguía la vestimenta, que era un pantalón de mezclilla azul y una playera negra.
Localización de la fosa
Fue el pasado fin de semana cuando se informó sobre el hallazgo de una fosa en la comunidad Palo Seco, Montemorelos, donde agentes ministeriales del Centro de Investigaciones de Delitos de Alto Impacto presuntamente encontraron tres cuerpos en estado de descomposición.
De acuerdo con una fuente policial vinculada a la investigación, los cuerpos fueron semisepultados y cubiertos con cal para minimizar los olores fétidos.
Unidades del Servicio Médico Forense acudieron al lugar y trasladaron los restos al anfiteatro, donde ingresaron bajo la categoría de N.N. (no identificados), pero después de las pruebas correspondientes se logró la identificación de una de las víctimas.
Los agentes ministeriales del Departamento de Homicidios y Antisecuestros realizaron cateos en la zona y continúan las investigaciones para esclarecer las causas de las muertes.
Las autoridades siguen interrogando a residentes cercanos al área donde se halló la fosa, mientras buscan más pistas sobre los responsables del hallazgo, sin que hasta el momento se reporte alguna detención por estos hechos.