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Los cuerpos mutilados de dos mujeres fueron encontrados ayer en una hielera y un cobertor en el municipio de Allende, Nuevo León.
Las autoridades mediante pruebas de ADN buscan confirmar si los restos pertenecen a Cristina Guadalupe Tamez Cano, de 36 años, y Blanca Cecilia Granados Gómez, de 23, quienes fueron reportadas como desaparecidas desde el pasado 3 de septiembre en la comunidad de Las Adjuntas, en Cadereyta.
La región citrícola ha experimentado una ola de delitos, incluyendo el ataque a patrullas en General Terán y la aparición de narcomantas con amenazas.
Los restos fueron encontrados alrededor de las 6:30 horas, cuando un automovilista que circulaba por la incorporación al Anillo Periférico, en la carretera Allende-Cadereyta, notó una hielera azul con blanco que contenía la cabeza de una mujer.
Al alertar a las autoridades, elementos de la policía municipal, agentes de la Agencia Estatal de Investigaciones y peritos de la Fiscalía General de Justicia se desplegaron al lugar para investigar.
Dentro de la hielera, los oficiales encontraron el cuerpo mutilado de una mujer, y sobre la tapa, además de la cabeza, había una cartulina con un presunto narcomensaje. Cerca de la hielera se hallaron los restos de otra mujer, envueltos en un cobertor café con beige.
Fuentes policiales informaron que los cuerpos ya presentaban un avanzado estado de descomposición, pero las características observadas en la escena sugieren que podrían pertenecer a las mujeres desaparecidas de Las Adjuntas.
as autoridades creen que las víctimas fueron sometidas a tortura antes de ser asesinadas y mutiladas.
El proceso de identificación oficial se llevará a cabo mediante pruebas genéticas, mientras continúan las investigaciones sobre la posible relación de estos crímenes con la reciente ola de violencia en la región.