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La madre buscadora Ceci Flores denunció a través de sus redes sociales que, en el municipio de Nogales, Sonora, encontró un crematorio clandestino con restos humanos.
En su perfil de X, la activista compartió imágenes del pozo, que asegura es un crematorio activo, pues cada que lo visitan encuentran indicios de fuego, casquillos y sangre.
“Aprovecho que el Senado anda preocupado por la violencia para pedirles que nos ayuden a denunciar que aquí en Sonora hay un crematorio clandestino humano. Llevamos un mes que lo encontramos y cada que venimos hay personas siendo incineradas, huesos, casquillos y sangre”, escribió.
Ceci Flores hizo un llamado a las autoridades estatales y municipales para que con su ayuda logren recuperar los restos de las víctimas que fueron privadas de su vida dentro de este pozo de agua que fue utilizado como crematorio.
“Nuevamente está el pozo ardiendo, de una noche para otra volvieron a echar cuerpos como burla al ver que se están localizando. De verdad necesitamos mucho del apoyo del Gobierno del Estado, del Gobierno del Municipio, del presidente de Nogales, con los bomberos y con una retroexcavadora”, escribió al pie de otra publicación.
De acuerdo con Ceci Flores, este pozo había sido reportado desde el pasado 22 de agosto, cuando mencionó que elementos del cuerpo de bomberos municipales habían arribado a la zona para controlar las llamas.
Ahora, a casi un mes de aquel hallazgo, la madre buscadora encontró nuevos restos recién calcinados. “Ayer volvimos y sigue siendo un crematorio... lleno de sangre, de casquillos y huesos frescos ¡Tengan piedad, por favor!”, puntualizó.
¿Quién es Ceci Flores y por qué se volvió buscadora de personas?
Ceci Flores es una mujer originaria de Sonora que fundó el colectivo Madres Buscadoras de Sonora, en 2015, luego de que ese año, un grupo armado se llevara a su hijo Alejandro Guadalupe Islas Flores, de entonces 21 años.
Gracias a su labor ha podido localizar a más de 2 mil 700 personas. No obstante, dicha situación le ha generado ser víctima de amenazas de muerte por distintos grupos del crimen organizado.
La vida para Ceci no ha sido fácil, ya que en el 2019 otro comando armado se llevó a otros dos de sus hijos: Marco Antonio, de 31 años y Jesús Adrián, de 15, quien fue liberado con vida días después.